Hoy es uno de esos días tranquilos antes de una carrera, que vas sin prisas, charlando, de cachondeo. Solamente tienes que ir suavecito hasta Cerceda para allí tomar los bollos y la coca-cola al sol. Mientras gran parte de la grupeta comentaban la carrera de Colmenar que van a disputar mañana, comentando la estrategia, que si viene fulano y mangano, que si no se qué y no se que más, otros pensábamos en la de mañana tranquilamente, la de Ciempozuelos, que para esa ni estrategia ni leches, maricón el último.
Así que hoy a descansar suave, y mañana ya se verá. Suerte a la grupeta en la carrera de mañana. De paso, os dejo dos fotos del otro día subiendo por la Jarosa con la de carretera, se ven borrosas, pero es que el físico ya nos abandonaba.
No hemos descansado las piernas de la paliza del sábado en el Soplao por tierras cántabras, cuando ya tenemos aquí encima la 4ª prueba del Open de Madrid en la localidad de Ciempozuelos, al sur de la comunidad. Una prueba a la que voy a ir de nuevas al 100%, y nunca mejor dicho, ya que esta vez no he podido ni ir a ver el circuito. Pero bueno, tampoco nos vamos a poner dramáticos por no saber las peculiaridades del mismo, simplemente el domingo por la mañana habrá que espabilarse un poco y dar una vuelta muy despacio al circuito, para ver los sitios intringulis.
Aunque tampoco es que vaya muy preocupado por esta carrera; se que no estoy bien porque aún acuso el esfuerzo del sábado y tengo algo de fatiga, así que simplemente iremos a hacer lo que se pueda, y si se cogen puntos mejor que mejor.
Por segundo año consecutivo, nos acercamos a Cabezón de la Sal a participar de nuevo en la maratón de bici de montaña. De nuevo la población se vió invadida por una marea humana de tíos y tías con las patas depiladas a más no poder, para realizar 165km. con 4000 y algo metros de desnivel, con 100% de pisteo, y mucho asfalto.
Este año la filosofía era distinta por mi parte, más agónica, pero no por ello menos aventurera. Si el año pasado la idea era simplemente terminar la prueba, y a poder ser de día (objetivo más que cumplido con 9hrs. 45'), este año el objetivo era bajar de las 9 horas. Aunque parezca muy ambicioso, probablemente sea el objetivo menos ambicioso de todos los que me he marcado esta temporada, ya que simplemente con ir con las mismas sensaciones que el año pasado sabía que iba a bajar ese tiempo, porque tengo que admitir que el nivel que tengo no es el mismo ni en broma.
EL RUN-RUN DE LA RUEDA
El miércoles por la tarde decidí cambiar los neumáticos. Llevaba los de agua, todavía puestos desde las 24Doce, y en vista de la previsión del tiempo y de los comentarios de compañeros, decidí poner neumáticos de seco. Tiene narices la cosa, ya parecemos los de MotoGP, se nos va de las manos. El caso es que la rueda, mejor dicho, la cubierta, sí que talonó bien, pero el obús trasero me dió problemas, cosa extraña, porque en la vida me había pasado. Así pues, tuve que tirar de agenda de teléfono y llamar a Luis Pasteles el jueves por la tarde para que me dejase su rueda trasera, una Mavic SLR. Bueno, estéticamente no quedaba nada mal con la KTM, todo hay que decirlo. El viernes anterior a la prueba, montamos las bicis, las comprobamos, un último ajuste de los frenos, no sea que vayamos a cascar los dientes en alguna bajada y tampoco es plan, y con el OK nos decidimos a dar un paseo por la zona, en donde pudimos comprobar el característico verde de la zona, el olor a humedad y el campo (sólo faltaba el mar y ya estaría en mi pueblo). De paso, ya que andábamos por allí, pues veías un poco de la fauna, y bueno, como no había prisa y de momento no cobran por ello, pues tiras un par de fotos con la cámara del móvil que ya está más pa'ya que pa'ca.
AL RITMO DE THUNDERSTRUCK
Como ya es tradicional, la salida se da a las 8 de la mañana, con los ACDC sonando a toda pastilla y una traca del copón para decir que ale, ya os podéis hinchar a darle a los pedales que tenéis 14 horas para ello. Mirando a los edificios de la calle de salida, y a los portales de las casas (de donde nadie puede salir mientras estén las bicis en la salida, y no porque lo tengan prohibido), pienso en el pobre que haya salido de marcha la noche anterior y ande con resaca. Ciclista no creo que se haga. Bueno, la colocación no fué del todo buena, fue mejor que el año pasado si, pero no salí tan adelante como me hubiese gustado, igual andaba por el puesto mil mas o menos. Aun así, me coloqué medianamente bien, en grupos que llevaban buen ritmo, y eso se agradece, porque además, se veía como se iba rompiendo la carrera y no había tanto colapso, eso sí, una caída en el kilómetro 5 delante mía me hizo recordar que ojo con el inicio, que es lo más peligroso del día.
Las patas tardaron más de la cuenta en carburar, y es que no las tenía al 100%, lo notaba, veía que estaban cansadas de la semana, de no haber recuperado bien y de no haber dormido como tiene que ser la noche anterior, pero aun así, más o menos, al 80-90% respondían, lo que me permitía ir cómodo en los grupos delanteros, vaya análisis telemétrico he hecho del funcionamiento de las piernas eh, ni los Red Bull.
CON EL 40 MONTE Aa ¡QUE BESTIA!
El Soplao no comienza a las 8 de la mañana, por mucho AC/DC, traca, gritos, cencerros, etc. que veamos en Cabezón de la Sal, eso no es más que para la galería. El Soplao comienza en el kilómetro 66 en el Área Recreativa Casa del Monte, el avituallamiento más grande de todos. Entre medias, aparecen subidas como la cocina (una pared seguida de un repechón de 2 kilómetros más o menos), con la subida del Soplao, y sobre todo, para mí de las más bonitas de toda la carrera si no la que más, que es Monte Aa. Aquí es donde ocurre una de las anécdotas del día que me dejo sorprendido. Comenzamos la tachuela esta, o mejor dicho, el muraco bestia, un grupito de unos 13-14 más o menos, y veo, que uno de ellos sube como un misil la primera rampa, pero que poco a poco, comienza a ir atrancado, y me voy acercando a él. En el descenso, el grupo más o menos se vuelve a juntar, y al pasar junto a él, le digo que cómo coño se le ocurre subir monte Aa, con el plato grande, a lo que me contesta: -"Es que se me han partido los tornillos que fijan el plato pequeño a la araña, y sólo puedo usar el grande"-a lo que yo contesto -"¡Con el 40 monte Aa, Que bestia!, el tio juraba en arameo y me decía que iba a tener que tomarse con mucha calma el resto de subidas, el pobre debió terminar con las patas duras como el hormigo. Así, piano piano, y charlado con el chico del 40, llegamos al avituallamiento grande, donde paro al refrigerio, y me saluda Pinillaken de ForoMTB y Pablo, que nos veremos de nuevo en Austria, ¡esto no es nada chaval, un paseo comparado con lo que nos espera allí arriba en 50 días! -¡Un saludo a los dos!-.
Ahora bien, todo lo citado hasta ahora, no era más que el aperitivo. A partir de ahora, comienza el Moral, un puerto de 10km. tendido, que es duro al principio, pero vamos, tampoco una burrada, y luego se va haciendo tendido. Aquí si vas bien, te pones las gafas encima del casco como el Schleck, haces que respiras por la nariz y expulsas el aire por la boca, como los pros, y los que están en la cuneta te animan así:-"¡Bien chaval bien bien, ahí ahí, a ritmo va,va,va,va buen ritmo buen ritmo, acompasa acompasa la respiración!. El Moral fue una ascensión que la subí bastante cómodo, bien de ritmo, y con cadencia eh que se vea que estoy bien enseñado por la grupeta de la sierra, y que se me hizo muy corta, llegando con fuerza arriba. En el descenso, comer e hidratarse, como nos enseñaron en el cole, mientras compruebo que la distancia entre corredores en esta zona de la carrera es mayor, chico así da gusto bajar. Seguido de unos cuantos kilómetros de asfalto, y de pasar por una aldea en la que si llevas empastes se te caen debido al adoquín, por mucha horquillita buena que lleves, viene para mí el peor puerto de todos, que es el de Cruz de Fuentes, un puerto de 16km. con descansillos y muy tendidos, pero que no dejan de ser 16000 metros dándole a los pedales. Si a eso le unes, una tormenta de las buenas, de esas que piensas: -"Chico, apuntalame el cielo que se me cae encima!, con una lluvia del copón de mitad de puerto para arriba, la verdad que muy agradable no es. Como sabía que íbamos a pasar al valle que estaba a mi derecha, y ahí todavía brillaba el sol, le dije a un corredor que venía a mi rueda que iba a apretar, que no me apetecía seguir mojándome, con lo que finalmente, con un buen apretón, pude coger al sol.
LO NUEVO
Este año, la organización decidió cambiar la subida por asfalto de la Palombera por una subida por camino. Para mí el cambio ha sido un acierto. La bajada antes de llegar a la Palombera era peligrosilla, tenía su aquel, pero a mí me gusto, de esas que ganas velocidad y en tu mente hay una margarita que va diciendo -"Me fostio, no me fostio, me fostio, no me fostio,..."- y la subida a la misma es más larga y dura que por asfalto, y mucho más bonita todo hay que decirlo, eso si, para los cántabros, siempre quedan 2km; le pregunto a uno de la organización :-¿Oye cuánto queda?-,¡Naaa, si estás ahí en 2km. ya has llegao!-si 2km. las narices, 4km. no nos los quitó nadie. Por lo menos, arriba en el avituallamiento había una señora muy maja que me pasaba todos los bollitos de chocolate que estaban de vicio. De la siguiente ascensión, Venta Vieja, pues poca cosa hay que decir, vamos, que ni es ascensión, simplemente es ir por la cresta de la montaña, con su sube y baja característico, que se hace más o menos cómodo con el 42 salvo un repechín, para iniciar el descenso más rápido y largo de todos, en el que más disfruté, en el que más velocidad alcancé, y en el que más sólo me ví, disfrutando de esa sensación de estar donde Cristo perdió el mechero tu solo a toda pastilla, trazando bien, escuchando el rrrrrr del trinquete de la rueda diciéndote que va rápido, el chirrido de los frenos al accionarlos, lo dicho, una maravilla. A lo lejos veía a corredores y me fuí a por ellos (a los que acabé atrapando), mientras que detrás mía no venía nadie.
LA ÚLTIMA SUBIDA Y META
El último puerto es el Moral por la parte que la bajamos. Es más corto, pero con más pendiente, y en su base, tiene un avituallamiento. Iba con tantas ganas de mejorar el tiempo y terminar de una vez, que ni paré ni nada por el estilo, tiré con todo para arriba, y cuando digo con todo, es con todo, vamos, con el plato grande, de 42 dientes, bien metido hasta mitad de puerto. Llevaba la adrenalina por las nubes, no se de donde demonios saqué esa fuerza a esas alturas de la carrera. No es por tirarme flores, pero me sorprendí a mí mismo de ser capaz de mover ese desarrollo rápido, y sobre todo, con la kilometrada que llevábamos encima. Así que, si bien el año pasado se me hizo largo, este año la subida se me hizo todo lo contrario, muy corta. Aquí no dejaba de adelantar a corredores, pero insisto, tampoco eran muchos porque el espacio entre nosotros era mayor, calculo que pasaría a unos quince más o menos. Aun así, en lo alto un vasco que me había aguantado el tramo final de la subida se pone a mi rueda, y comenzamos el descenso, abriendo camino, hasta llegar al tramo de asfalto, en el que el 42x11 se hace el desarrollo ideal.
La KTM de 10, ni un solo fallo
Y así fuimos, a toda leche, tirando y de vez en cuando recibiendo un relevo de mi compañero (me dijo que iba justo, pero aun así, no escatimó en dar relevos, y es de agradecer). En el desvió hacia Cabezón de la Sal, en un giro de 90º a derechas, casualmente aparecen 4-5 corredores (levantan mis sospechas de que hayan atajado o se hayan retirado, porque todo el tramo anterior de 5km. no venía nadie por detrás, y cuando digo nadie es nadie), y si bien no entorpecen los relevos y se ponen a rueda, uno de ellos, debió pensarse que estaba en el Tour o algo parecido, y va y nos arranca a 200 de meta. Patético, triste y rastrero, así de claro, pero bueno, allá él, otro recriminando la acción salta del grupo a por él (mucho recriminar pero hace lo mismo), y en la última curva se cae, con lo que no me da ni gota de pena, el solito se lo ha buscado, por listo.
En meta, entro en 8 horas 10 minutos, un tiempo cojonudo, y llego vacío, habiéndolo dado todo, y contento con mi rendimiento.
Así, tras la Coca-Cola, veo a Pablo, con quien compartiré la ruta de la Salzkammergut, y me pongo a charlar con él, dándole la enhorabuena por haber mejorado el tiempo, con unas fantásticas 8 horas 32', se van a cagar los austriaken Pablo. Al rato, veo a Enrique, que también ha mejorado su tiempo, y poco después aparece Manu, con un tiempo de 7 horas 23 minutos en el puesto 18.....sin comentarios. Ya que estábamos los cuatro podíamos haber hechado un mus, o una timbita, pero creo que las fuerzas no estaban para ello, y aunque lo hubiese propuesto, no creo que hubiese prosperado la idea.
Y poco más que comentar, simplemente agradecer a todo el mundo que lo ha intentado, que es una prueba muy bonita y con un ambiente cojonudo, una experiencia que recomiendo a todo el mundo, y que hay que probar porque merece la pena. No se si habrá año que viene o no, pero seguro que si vuelvo, intentaré ir a bajar de esas 8 horas.
La gente, llegando de noche a los últimos kilómetros.
Aquí las Clasificaciones
Para los que no sepan, les dejo la cancion de los AC/DC, con la que comienzan los 10000 del Soplao.
Bueno, ya tocaba escribir sobre esta prueba una vez han pasado las 48 horas. El caso es que todo se decidió el día anterior a la disputa de la misma, vamos, que ni planificada en el calendario ni ná de ná. Todo surgió el día anterior en los bollos tomando la coca-cola, cuando los de la grupeta me dijeron que después de su manga de viejunos 30 y senior, corría la nuestra, la de élite/Sub23 (que bien suena eso de élite eh, por lo menos algo chulo ya pone en mi licencia). Lo malo es que había que madrugar mucho, y a eso de las 6 ya estaba desayunando, que a las 7 la mañana habíamos quedado para ir a Fuenlabrada.
Con un frío del carajo, nos plantamos allí para recoger los dorsales, aunque yo tenía que esperarme un par de horas para recoger el mío. Total, que mientras montábamos las bicis y demás, los de la grupeta (a saber, Santi, Turégano, Luis Pasteles, Joserra, Isaac, Machota) se iban preparando para su salida, con bastante frío. Mientras servidor estaba bien abrigado con sus pantalones largos, su camiseta, su sudadera que abriga bien, etc. mientras algún valiente salía de corto, "ahí ahí, con 2 pelotas."
Esta vez no me dieron el "13"
Cuando pude ir a recoger los dorsales al bar de la zona, apareció Carrasco pequeño (después de que se sorprendiese de verme ahí), con el que comencé a charlar sobre qué tal le había ido el día anterior en Valverde, cuántos íbamos a salir, cuanto costaba la inscripción...."¿Cómo que cuanto cuesta?, aquí no vale ni un duro, para eso vas a correr la amateur"-me comentó Javi-"Manda huevos, pues en las del Open los 12€ no nos los quita nadie, por muy amateur que seamos"
Total, que me voy al coche de Luis, y me pongo a cambiarme y a poner dorsales y demás, para luego ir al control de firmas (joe con firmitas y todo, vaya calité, no estoy yo acostumbrado a esas cosas), y cuando ando echando un autógrafo al de la federación, me dicen a mis espaldas -"¡Pero que haces aquí, si aquí no hay piedras, ni barro, ni esas cosas!"- era Eduardo Camarón, el líder del Open de Madrid en Sub23. Un buen tío, y bueno, ya comienza el típico cachondeo de si aquí no me funciona el bloqueo, que está muy seco el circuito, que cuando comienzan las trialeras, etc.
Así, acudimos a la línea de salida (antes comentar que los que corrieron en la primera manga, todos de la mano y sprint final que gano el de amarillo del AC, ni idea quién es, pero seguro que cojo no), y se da la señal de salida. Esto no tiene nada que ver con el mountain bike, es más tranquilo, menos codazos y golpes en la salida, etc. Podríamos decir que hay menos adrenalina.
LAS PRIMERAS VUELTAS
Ahí va Carrasco tirando del grupo
Pues sencillamente, un continuo látigo. Intentaba ir siempre en la parte delantera del pelotón, con una buena posición, y más o menos cumplí con ese objetivo, pero aun así, se va a toda pastilla, a 190ppm y dándole caña a los pedales. El circuito tenía una forma de L (el mismo que el del Pavo, pero con una subida más), con sus rotondas, sus curvas de 180º, etc. Un circuito no muy bonito, pero bueno, es lo que hay. Así, pasaron las primeras vueltas, hasta que se hizo el corte. Antes de eso charlé un poco con Carrasco, de lo jodido que iba en ese momento de la carrera. Se formaron 3 grupos, el de cabeza, uno intermedio en el que iba carrasco, y el pelotón en el que iba yo. Así, comenzaron poco a poco a caer las vueltas. A falta de 9 para el final, se formó otro pequeño grupo delante del pelotón, y ataqué para irme a por ese grupo, que acabó neutralizado a las pocas vueltas. El resto, a mantener y aguantar en el paquete.
LA SEGUNDA PARTE DE CARRERA
Fue más tranquila que la primera. Los Salchi se pusieron delante (unos 8 corredores más o menos) y pusieron un ritmo crucero cómodo y alegre. Yo ya iba comentando con Camarón como iba, que si ya andábamos justos (llevábamos ya 70km. en las patas a toda leche), etc. pero que había que aguantar, pa' que se vea que los bikers también saben ir con ruedas finas. Así, poco a poco, iban disminuyendo las vueltas, 7,6,5,4. Hubo algún arreón más, e incluso los de Valladolid subieron al final a tirar del grupo para avivar el ritmo, llegando a tener relativamente cerca al grupo de Carrasco, pero las patas ya no daban para mucho más. Ahora el ritmo, si bien es cierto que no se iba a palos, era constante, más alto, y se veía ya que el paquete había perdido unidades, hasta que quedamos unos 40 aproximadamente.
Al final, en la última vuelta, ya se iba a tope con lo que se tenía, pero ello no permitió ni coger al grupo de Carrasco, ni nada, simplemente, luchar por el sprint para la ¿15ª plaza?, cosa así, lo que como comprenderéis, pues como que no me voy a meter ahí a darme de leches para entrar en esos puestos. Como bien me dijo Raul, "Se esprinta para ganar, para hacer el 30 no esprintes", más claro el agua.
Así, terminó mi primera carrera amateur en carretera. Estuvo bien la experiencia, me gustó. La carretera es muy dura y exigente, y se tienen que tener buenas piernas y sobre todo ver bien la carrera; aquí, muchas veces no gana el más fuerte sino el más listo. Obviamente hay diferencias con el mountain bike, pero todo se resume en darle a los pedales rápido; aun así, he de decir, que aunque no me disgustó para nada, de momento, me quedo con las piedras.
Eso si, me vino muy pero que muy bien para trabajar la patata un poco, y enfilar ya para el Soplao.
Para los curiosos, como siempre, estos son los datos:
Andaba yo estos días preguntando si había carrera de mtb este fin de semana, porque tenía ganas de hacer alguna prueba ahora que me estoy viendo bien, y que me vendrá perfecto para ganar ese punto que te da la competición. El caso es que no había, a excepción de la Copa de España en Avilés, ninguna prueba por aquí cerca, y ya me había hecho a la idea de que este fin de semana tocaba entrenar suave por la sierra.
Pero da la casualidad, que mañana es la carrera Máster en Fuenlabrada, donde corrí la del Pavo de este año, y que tras la primera manga, que es la Máster, salen los Élites/Sub23. Así que como prácticamente toda la grupeta va a tirar para Fuenlabrada a hacer la prueba, aprovecho yo, voy con ellos y así corro en la segunda manga y quemamos un poco de carbonilla.
Eso si, la estrategia está clara, a rueda todo el día, sin dar un relevo, guardando, evitando las caídas, que esto es importantísimo, y sin meternos en muchos fregaos, simplemente ir para poder coger un puntito más, haber si ahora vamos a fastidiar la temporada de ruedas gordas por esta carrera.
Así que haber si nos sale bien, que yo creo que sí, y ya os cuento que tal ha ido.
Después de un fin de semana de descanso, en parte debido a la climatología, y en parte porque el cuerpo me pedía un respiro después de una semanita dandole tralla al cuerpo, volvemos a los entrenamientos, que la verdad que están yendo bastante bien. Seguimos subiendo puertos, y si bien es cierto que no mejoramos la marca, bueno, vamos en una línea más o menos regular que nos lleva a estar bajando estas últimas semanas en todo momento de 33 minutos en la subida a Morcuera.
Parece ser que poco a poco vamos mejor, afinando un poco, aunque hecho enfalta un poco más de específico con la "muntabique", aunque bueno, hay motivo mayor, y es que está en el taller con la puesta a punto después de la paliza de las 24Doce.
Así que haber si conseguimos mantener este nivel un par de semanas más, para enlazar el Soplao y Ciempozuelos, y en pruebas tan dispares, hacer un buen papel en ambas. Por lo menos vamos con mejor base que el año pasado. Ahora sólo pido, que nos haga buen día y nos respete la climatología.
A 1 segundo, la 60ª parte de un minuto, es a lo que me he quedado hoy de batir mi récord en Morcuera. Si, ya se que no es un tiempazo si lo comparamos con la grupeta que anda rondando los 29 minutos como mejor marca, minuto arriba minuto abajo, pero bueno, poco a poco que tampoco hay prisa.
El caso es que hoy lo subimos ya con 70km. en las patas, y las subidas previas de Las Cabras y el Pantano de Navacerrada, eso sí, también a favor hay que decir que paramos en Cerceda a tomar los bollos, que hoy era el cumple de Marcos ¡Felicidades! y nos invitó al refrigerio.
De ahí, Luis, Turégano, Carras pequeño y yo tiramos hacia Morcuera, a sufrir un poco de manera gratuita, por lo menos lo que es en mi lugar, porque hay que decir que Turégano y Carras lo subieron tocándose el bolo, mientras que Luis ponía su ritmito. El caso es que esta tocadura de narices de ritmo que imprimieron hizo que los tuviese siempre a eso de 20 metros aproximadamente, lo que hacía que tuviese una referencia visual, que siempre ayuda. Lástima que el que diese aire de cara en el tramo final y que no anduviese más fino hicieran que el tiempo no lo bajase. Y eso que pude coger a Turégano y Carras y apretar para delante haber si bajaba el tiempo (menudo sprint me pegué en los últimos 200 metros).El caso es que no se como, pensando que iba a bajar, cuando le doy al crono del polar para pararlo, y veo 1 segundo más que mi mejor tiempo, me cagué en las piedras que veía cerca. Eso si, tela con el pulso que alcancé.
Pero bueno, al poco saqué mis conclusiones y son positivas:
1º-Que estoy poco a poco furrulando mejor.
2º-La mejor marca la conseguí en verano y por estas fechas andaba siempre en torno a 33'
3º-Las sensaciones son buenas de cara al Soplao.
Así que ahora, lo que veo de cara a la prueba cántabra no es tanto seguir afinando y tal, sino medir bien las recuperaciones para poder llegar en el mejor momento de forma, haber si conseguimos bajar de las 9 horas que estaría muy bien.
Este fin de semana se disputó las 24Doce en Moralzarzar, en un terreno que es bien conocido para los que vivimos por la zona. Un circuito divertido, chulo, sobre todo la bajada, aunque con una segunda parte más de pisteo algo sosa, pero también hay que entender que es un circuito para una prueba de resistencia, no una de rally.
El Jotacuca (nombre dado por Gabe al equipo debido a las cartas del Póker JQK, pero que nosotros españolizamos) se presentó a la modalidad de equipos de 4 en 12 horas, con un total de 27 equipos
El Sábado por la mañana llegué a la zona de acampada, y ya estaban el resto del equipo montando el chiringuito, ajustando este palo aquí, el otro allá, que si la tienda se orienta así, que si no, que tiene que ir la puerta para este otro lado, haber levanta de aquí, ¡no de ahí no que lo tiras!, que noo, que síí, haber metete por dentro y levanta, etc. bueno ya sabéis, la organización española es lo que tiene.
Una vez montado todo, metimos las sillas dentro y dejamos las bolsas al fondo de la tienda, encima de un plástico para que no se mojasen. Raúl comenzó a cambiarse, que en brevas le tocaba salir. El resto, pues a mirar la salida y saludar a la gente conocida.
Mientras esperamos, nos metemos a la zona donde estaban todas las carpas y la meta y contrameta, relevos, etc. y vemos cómo se acercan los corredores. Primero aparece Borja Chivato, segundo David Escolar, y al poco, Raul Turégano, bien, llevamos a nuestro corredor ahí delante, como tien que ser. Faltaría menos, con el circuito aceptable y con poco tráfico si no llega a aparecer ahí delante jeje. El ir delante le permitió hacer la vuelta rápida en su segundo giro en 30' 52'', un tiempazo todo hay que decirlo. Habíamos acordado dar dos vueltas y pasar el relevo (un chip que llevábamos en el tobillo). Así, el segundo en salir, Marcos, comenzaba su relevo a eso de las 13:15 más o menos, mientras, Luis y yo estábamos con la musiquilla en la tienda, mirando las clasificaciones a través del "ipone" de Luis, comprobando que todo marchaba bien, bebiendo Aquarius, etc.
MI TURNO
A las 14:15 ya estaba yo en la zona de boxes esperando la llegada de Marcos para hacer mi turno (era el 3º), mientras Raúl estaba al otro lado de la valla hablando conmigo. Había calentado bien, estaba estirando bien, y veía que el circuito cada vez estaba más y más embarrado. La gente llegaba que parecía que había estado metida en trincheras, increíble. Cuando llega Marcos, como el resto, de barro hasta las cejas, me pasa el testigo y salgo a buen ritmo, pero regulando. "Jodo, no se por qué llega la gente tan manchada, si no hay tanto barro", pienso, mientras paso por contrameta, una pista que drenaba muy bien. La primera curva a derechas de 90º, ya nos lleva en sentido ascendente junto a una tapia, pero pienso lo mismo, ahí no hay barro, está húmedo el terreno pero nada más. Hasta que a los 500 metros, en una curva de 90º a la izquierda en un paso entre tapias, se destapaba el pastel.
CHOCOLATES NESTLÉ
Imaginad que metéis en un microondas, 1000 tabletas de chocolate, y una vez este así viscoso, lo empezáis a echar por el suelo de casa hasta que tenga una profundida de unos 5-6 cm. aproximadamente. A esto, añadirle agua por un tubo, y tendréis el mismo resultado que teníamos nosotros durante 400 metros tras pasar el muro. Así de claro, una rampa dura de pelotas a consecuencia del barro, que se te metía hasta en las cejas. Veías a gente encima de la bici de lado a lado, haciendo extraños, derrapando la bici, corriendo, etc. ¿como cuando en el Dakar ves a los coches atascados por las dunas?, igual pero con barro. Ahí era donde te llenabas de porquería hasta arriba. Lo peor, que no podías cambiar mucho, porque la transmisión chirriaba a más no poder, y eso que llevaba cera en la cadena, y funcionó muy bien, pero eso llegaba a ser demasiado. Después de la subida, venía la bajada, e igual, lodo por un tubo. Eso sí, bajaba muy bien, adelantando a mucha gente, pero la velocidad no era muy alta simplemente porque no se lanzaba mucho más la bici. Después de toda la bajada, no terminaba ahí el barro, que va, nos metían por tramos de prado, que era un auténtico cenagal, y más barro a la bici venga ya. Yo pensaba en positivo, y me decía para mí que los famosos pagan por baños de barro, así que algo ganábamos para el cutis jejeje. Cuando por fin terminó el chocolate, nos metían a pista seca (que drenaba muy bien) y el resto era todo pisteo y zonas rápidas, con charcos eso sí, pero se iba muy rápido, hasta llegar a la mitad del circuito y pasar por la alfombrilla de chips. Por suerte, aquí ya había calentado bien la musculatura, y enfilaba hacia meta a buen ritmo, pasando la última trampa (un sendero de chocolate de 800 metros) por la hierba, bien pegadito a ella, comiéndome pedrolos, pero por lo menos rodando mejor, hasta entrar en la zona de meta, que era todo barro. Aquí, en mi primera vuelta, iba a 36' más o menos, y me decían que apretase un poco al paso por meta. "Apretar un poco, apretar un poco, el cuello les voy apretar, hasta que les salga la nuez por el otro lado", pensaba yo, mientras mas y mas barro se iba acumulando en la bici. AL ATARDECER
Como a Turégano le dió por darse un bañito mientras pasaba por los maderos que la organización había puesto a modo de puente para pasar por un charco del copón (bueno, más que charco, lago), con la consecuente contusión en el hombro (si es que no te puedes bañar sin socorrista, mae mía mae mía), fuimos 3 los que nos quedamos para dar las 5-6 horas que quedaban. Cierto es que Raúl hizo el trabajo más difícil, que era el de conseguir una buena vuelta rápida.
Mi segundo relevo fué a las 19:05 exactamente, así que por si las moscas, tuve que salir con las luces, una en el casco, otra en el manillar y la trasera en la tija. Iba a dar dos vueltas, y sin ninguna duda fueron las peores. Cuando vi a Marcos llegar por la zona de meta, caía la mundial. Y ale, a mi pa´lante como los de Alicante, salí cayendo cubos de agua del cielo. El chubasquero, ante tanto barro, formó una placa de mierda en la zona del pecho que parecía que llevaba un saco de cemento, así que como podéis suponer muy agradable pedalear en esas condiciones no es la verdad. Di las vueltas más lentas de todas, aunque en el primer paso por meta me dijeron que la ventaja sobre los 2º iba ok, y que mantuviese el ritmo. El día se iba y llegaba la noche, y por si acaso, en el final de la segunda vuelta activé la luz roja de atrás, ya que todavía no eran necesarias las frontales. A eso de las 20:20 aproximadamente, dí el relevo a Luis, que sería el último de nuestro equipo en dar 2 vueltas seguidas. LA VUELTA FINAL
Luis tuvo que dar la primera vuelta sin luces, pero la segunda ya las tuvo que activar, con tan mala suerte que una de ellas, la del manillar, se le fundió. bueno, el caso es que fue capaz de llegar a meta con una porquería de luz que no alumbraba ni el manillar, agarrada con una goma en forma de anillo con el dedo, y penando como podía. En boxes, que estábamos todos esperandole, creíamos que le había pasado algo. Finalmente, dió el relevo, y Marcos salió a hacer su última vuelta. A mí, me colocaron el frontal que iba a usar Turégano, que era el de Joserra, y chico, parecía que llevabas un Hummer, como alumbraba eso. Colocamos la batería en la parte inferior de la potencia, y la verdad que no lastraba mucho.
Al poco, apareció Marcos y comenzaba mi última vuelta. No hay espacio para describir aquí las sensaciones de ir en bici por la noche en una carrera. La verdad que mola bastante, también cuando sabes que es tu última vuelta, que vas a ganar la carrera, y que tienes ganas de dar esa vuelta. El oir el clac-clac- del cambio, ver las luces a lo lejos de color rojo, y detrás tuya de color blanco, escuchar todos los insectos por la noche, dejar de oir en la parte más alejada del circuito a los coches, la gente, la megafonía, etc. y tu dándole zapatilla a la bici (porque tenía que entrar antes de las 00:00 para que contase la vuelta, y la había comenzado a las 23:05), el llegar un punto en el que mantienes un desarrollo, y ya no cambias más por miedo a romper la mecánica, el echar pie a tierra a la mínima para evitar contratiempos y lanzarte a correr cuesta arriba, bajar fluído, con confianza, adelantando a gente, viendo baches y hoyos nuevos, con más barro, etc. sin ninguna duda que fué una experiencia muy muy buena. Y sobre todo, entrar en meta, en la recta, ver a tus padres y compañeros felicitándote y poder levantar las manos (porque había preguntado a Raul si hasta podía hacerlo jajaja) casi como hacen los pro, y ver que has ganado, la verdad que fué sin ninguna duda una experiencia muy buena. AGRADECIMIENTOS
A todos, a mis padres, a mi hermana que preguntó por mi, al equipo Luis, Marcos, Raúl, a Alfredo y Joserra por sus luces, a la novia de Luis y la mujer de Raúl por venir a vernos y echarnos una mano, a Borja (que ganó en 24 horas en equipos de 4 por 3ª vez consecutiva ¡¡¡Enhorabuena!!!, a Virginia (sin estos dos últimos, el Open chungo hacerlo y coger ese punto que te da la competición), a Pedro, Nuria, David, Cunny, Juanjo, Jimmy, Lalo, que se acercaron a ver la carrera y a animar, al RedCiclista que estaba junto a nosotros y charlábamos un rato con ellos, a todos los que participaron, terminasen o no la prueba, y dar también la enhorabuena a Sevi, que hizo ¡¡¡5º en 24 horas individual!!! que crack.
Y poco más, sólo esperar al siguiente reto en muy poco tiempo, el Soplao.
